lunes, 15 de abril de 2013

A puro glamour, la tecnoindumentaria entra al mundo de la moda


Como el objetivo de toda moda es resignificar la belleza, la interacción entre indumentaria y tecnología dejó de ser una ciencia de laboratorio para convertirse en una rama del diseño. Esta nueva tendencia mundial es el reflejo de una sociedad tecnificada que no está dispuesta a resignar la elegancia por la omnipotencia del chip.
Y aunque los vestuarios informatizados llevan años en el mercado y se los identifica como computadoras para vestir ( wearable computers), lo importante ya no es la utilidad que brindan sino cómo quedan. Estas prendas horneadas en claustros universitarios como el MediaLab
del Massachusetts Institute of Technology (MIT), hoy aparecen en abrillantadas vidrieras con etiquetas millonarias.
Lejos del clamor popular, esta nueva corriente es el objeto de inspiración de la alta costura. Entre las figuras que hacen punta con sus ornamentos tecno están la tenista Maria Sharapova, Katy Perry, Rihanna y Lady Gaga, entre otras.
La compañía CuteCircuit, que instala en las telas diodos de emisión de luz controlados con pequeñas baterías incorporadas en el tejido, busca articular estética con circuitos electrónicos. Una de sus creaciones más célebres es el Galaxy Dress, que en 8 metros de seda lleva bordadas 24 mil lámparas LED y unos 500 cristales de Swarovski. Katty Perry fue una de las elegidas para lucirlo.
La diseñadora británica Georgie Davis confeccionó un vestido que responde a las llamadas móviles. Ideal para fiestas o agasajos, ya que la prenda está conectada con el teléfono vía Bluetooth y cada vez que suena, una parte se ilumina.
Algunos músicos optan por estas manufacturas para sus shows fosforescentes. Es el caso de la morena Rihanna, quien eligió para el tour “The Last Girl on Earth” un vestido creado por Moritz Waldemeyer, el pionero en la introducción de altas tecnologías en la moda.
Los analistas consideran que aún faltan 5 años para que esta moda se extienda a todos los niveles. Uno de los primeros en vislumbrar el vínculo entre forma y función fue Steve Jobs, al dotar de glamour a los dispositivos metálicos.
Por eso entienden que Apple funcionará como nexo entre las partes. Y si bien hay una gran diferencia entre el aspecto de lo que uno lleva y lo que se pone, el objetivo de la empresa sería apostar por las indumentarias tecno.
El primer paso será el iWatch, un reloj pulsera inteligente, equipado con diferentes sensores y con un sistema operativo.
Con muchas menos pretensiones artísticas, los guantes hi-Call ante la primera llamada se convierten en dispositivos manos libres. El micrófono y auricular están instalados en los extremos de los dedos meñique y pulgar, de manera que para comunicarse hay que adoptar el gesto clásico de hablar por teléfono. Además, cuentan con fibras capacitivas en los extremos de los dedos, para manejar las pantallas táctiles.
La competencia de los Google Glass no se hizo esperar. Los Vuzix Smart Glasses M100 son un complemento para los smartphones, ya que permiten recibir notificaciones y controlar casi cualquier aplicación. Tienen un procesador de 1 GHz, con 1GB de RAM y 4GB de memoria, todo ello corriendo con un Android 4.0 optimizado.
Para músicos o DJ, la Midi Controller Jacket es una campera muy pintona, con la que, usando el cuerpo como interfaz, se puede crear música a través de sensores de movimiento y del tacto. Dispone sensores flexibles que detectan la posición de los dedos, un acelerómetro, un joystick y 4 botones. Los temas se bajan al celular.

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